El crecimiento económico de EE. UU. se recupera en el segundo trimestre de 2024, pero la desaceleración subyacente indica cautela
La economía estadounidense pareció recuperarse con fuerza en el segundo trimestre de 2024, con un Producto Interno Bruto (PIB) expandiéndose a una robusta tasa anualizada del 3,0%. Sin embargo, este crecimiento presentó un panorama excesivamente optimista. A pesar de la cifra general positiva, los economistas advierten que la recuperación se debió en gran medida a una fuerte caída de las importaciones, más que a una verdadera fortaleza de la demanda interna.
Si bien el aumento del PIB superó las expectativas de los analistas —que habían pronosticado un repunte del 2,4%—, ocultó problemas más profundos dentro de la economía. La actividad de consumo y empresarial se mantuvo débil, lo que indica que los principales motores de la expansión económica estaban perdiendo impulso.
La caída de las importaciones impulsa el crecimiento del PIB, no la fortaleza interna
Según la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de EE. UU., el principal catalizador del crecimiento del segundo trimestre fue una caída histórica de las importaciones, que cayeron a una tasa anualizada récord del 30,3%. Esta caída redujo significativamente el déficit comercial, añadiendo 4,99 puntos porcentuales a la cifra del PIB.
Sin embargo, esto no fue un indicio de una mayor competitividad estadounidense ni de un crecimiento de las exportaciones, sino más bien una fuerte reducción en la compra de bienes extranjeros, a menudo señal de una demanda interna más débil.
El gasto del consumidor sigue luchando por recuperarse
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentó a un modesto ritmo del 1,4 % en el segundo trimestre. Si bien mejoró el crecimiento casi estancado del 0,5 % en el primer trimestre, la mejora sigue siendo débil en comparación con los patrones históricos.
El aumento del gasto del consumidor se debió principalmente a factores a corto plazo, como la compra de vehículos motorizados —probablemente motivada por las inminentes subidas de aranceles—, así como al aumento del gasto en salud, restauración y alojamiento. Estas ganancias, si bien fueron positivas, no reflejaron un aumento generalizado de la confianza del consumidor ni de la renta disponible.
La inversión empresarial y residencial se tambalea
La inversión empresarial, especialmente en equipos, se desaceleró drásticamente en el segundo trimestre tras experimentar un crecimiento de dos dígitos en el trimestre anterior. Esta recesión sugiere que las empresas están reduciendo sus gastos de capital ante la creciente incertidumbre en torno a la política comercial y las tasas de interés.
El sector de inversión residencial, que incluye la construcción de viviendas y las transacciones inmobiliarias, disminuyó por segundo trimestre consecutivo. Esta tendencia apunta a una creciente debilidad en el mercado inmobiliario, que suele servir como barómetro del sentimiento económico general.
Las tensiones arancelarias y la política comercial proyectan una larga sombra
Una de las principales fuentes de incertidumbre para empresas e inversores sigue siendo la política comercial estadounidense del presidente Donald Trump. La postura agresiva de la administración, marcada por aranceles generalizados y negociaciones impredecibles, ha tensado las cadenas de suministro globales y ha obligado a los importadores a adaptarse con dificultad.
Si bien la Casa Blanca ha finalizado algunos acuerdos comerciales, aproximadamente el 60% de las importaciones estadounidenses siguen sujetas a aranceles elevados. Según Freya Beamish, economista jefe de TS Lombard, «El panorama no es alentador: un autogol de los responsables políticos estadounidenses. Una economía que avanzaba con ímpetu ahora se ha visto obligada a paralizar».
La Reserva Federal se Mantiene Estable en Medio de la Presión Política
A pesar de la creciente presión política para bajar las tasas de interés, se esperaba que la Reserva Federal mantuviera su tasa de referencia estable entre el 4,25% y el 4,50%. Esto ocurre después de que el banco central ejecutara tres recortes de tasas en 2024, el último en diciembre.
Las autoridades monetarias se mantienen cautelosas, buscando un equilibrio entre frenar la inflación y apoyar una economía en desaceleración. Sin embargo, ante el aumento de los obstáculos económicos, algunos economistas creen que podría ser necesaria una mayor flexibilización a finales de este año.
El déficit comercial y los inventarios generan volatilidad económica
La reversión del déficit comercial del primer trimestre fue crucial para impulsar el PIB del segundo trimestre. Un aumento repentino de las importaciones a principios de año, impulsado por los esfuerzos para evitar los aranceles inminentes, generó un desequilibrio comercial récord que lastró el crecimiento del primer trimestre en un 0,5 %. La recuperación del segundo trimestre fue principalmente estadística, más que una señal de una mejora económica real.
Al mismo tiempo, la reducción de inventarios restó 3,17 puntos porcentuales al PIB, lo que pone de relieve cómo las empresas se están preparando para una posible debilidad de la demanda reduciendo el acaparamiento de bienes.
Los mercados financieros reaccionan positivamente a pesar de la cautela
A pesar de las señales de alerta, los mercados financieros estadounidenses respondieron positivamente al informe del PIB. Los índices bursátiles subieron, el dólar estadounidense se fortaleció frente a las principales divisas y los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, lo que indica optimismo de los inversores ante la incertidumbre de los fundamentos.
Sin embargo, los analistas subrayan que este entusiasmo podría ser prematuro. Con el gasto interno flaqueando, la confianza empresarial erosionándose y las disputas comerciales en curso, las perspectivas económicas para lo que resta de 2024 siguen siendo sombrías.
Perspectivas para todo el año: Crecimiento más lento en el futuro
Incluso con el repunte del segundo trimestre, el crecimiento del PIB para el primer semestre de 2024 fue de tan solo el 1,2 %. Los economistas predicen un segundo semestre lento, lo que podría reducir el crecimiento anual a aproximadamente el 1,5 %, muy por debajo del 2,8 % registrado en 2024 y del ritmo del 1,8 % que la Reserva Federal considera sostenible sin disparar la inflación.
Conclusiones clave:
- El PIB del segundo trimestre de 2024 repuntó un 3 %, debido principalmente a una caída récord de las importaciones.
- El gasto de los consumidores y la inversión empresarial se mantienen moderados, lo que revela una debilidad económica interna.
- La incertidumbre comercial relacionada con los aranceles continúa lastrando las perspectivas de crecimiento.
- La Reserva Federal mantiene estables los tipos de interés, resistiendo la presión política.
- Se espera que el crecimiento económico anual se desacelere significativamente en comparación con 2024.